Hungría: Páprika y ajo por todo el país

Hungría tiene fama no sólo por su intensa vida cultural y musical sino también por su gastronomía, en la que predominan los sabores picantes y ricos aromas. En la cocina es la páprika o pimentón dulce lo que le da el toque tradicional a los platos. Este país es ideal en lo que a centros termales se refiere, los hay de todos tipos y asequibles a todos los bolsillos. No diré más que se ha llegado a denominar "capital termal de la nueva Europa".
Su capital, Budapest, situada en una de las áreas más hermosas del Danubio, se compone de dos partes: Buda y Pest. La primera es la más vieja y la más bonita parte, con las calles adoquinadas y edificios medievales; la segunda es el centro de comercio. Esta ciudad ha sido a lo largo de su historia asilo de escritores, artistas y músicos.
Pest, que significa hacer pan, quedó unida a Buda tras la construcción, a mediados del siglo XIX, del Puente de las Cadenas, el símbolo de la capital y el primero de los ocho que cruzan el Danubio en este punto.
Si lo que os apetece es conocer la cultura tradicional de los húngaros, no tendreis más que acercaros al Museo de la Cultura Nacional Húngara. El museo abre sus puertas todos los días de 10:00 a 18:00 horas excepto los lunes.
Quienes quieran situarse en la historia encontrarán en el Museo Histórico de Budapest piezas de arte de la Edad Media, esculturas góticas descubiertas en 1974, programas que reconstruyen la historia de Buda y de Pest del siglo V al XVII y restos arqueológicos de excavaciones realizadas en la ciudad. Lo que recomiendo realmente es dar un paseo por el casco antiguo de Budapest. Bajo la denominación de Castillo de Buda los budapestinos no solo se refieren al castillo o palacio real, sino también a todo el casco histórico que lo rodea, de gran interés cultural. La mejor forma de moverse es en funicular, construido en 1870, que hoy en día sigue circulando con los vagones de la época, entre las estaciones originles. El viaje dura tan sólo unos minutos. En su estación de abajo, el extremo de Buda del Puente de Cadenas está el kilómetro cero, punto de referencia para medir las distancias dentro de Hungría.