Atenas, un caos de ciudad

En el viaje que hice por el Mediterráneo tuve la oportunidad de visitar parte de Grecia, aunque no tan a fondo como me hubiera gustado. Pasé un solo día en Atenas, su capital. Lo primero que hicimos fue acercarnos a ver el Partenón, templo dórico edificado en tiempos de Pericles. Son muchos los museos que se pueden visitar, pero nosotros únicamente entramos en el que estaba junto al Partenón. Comimos en la cuidad, en la terracita de un bar. Ensaladas con una curiosa salsa, una especie de pincho moruno y unos cafés muy especiales: los llamados café frapé, que dan tanta sed que siempre los sirven acompañados de un vaso de agua. Según me han comentado, la comida más típica griega es la musaka, que es una especie de lasaña, pero no tuve oportunidad de probarla. Para bajar un poco la comida decidimos dar una vuelta por la zona del Parlamento y allí presenciamos el famoso cambio de guardia. En general, me pareció que la ciudad estaba bastante desordenada: eran "cuatro" calles principales y un caos de callejuelas. Aprovechamos el día siguiente para visitar la isla de Rodas, sede del legendario "Coloso de Rodas", la monumental estatua de Apolo considerada una de las siete maravillas del mundo antiguo. Aunque apenas tuve tiempo de ahondar en la cultura y el encanto de este país, el viaje mereció realmente la pena. Quizá tú dispongas de algo más de tiempo y me puedas contar cómo fue tu estancia en Grecia. ¡Adelante, viajero!